La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal confirmó la medida contra Maximiliano González, como así también la calificación de "homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía".
La Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Mar del Plata confirmó la prisión preventiva de Maximiliano González, el policía que mató a Luciano Olivera en Miramar.
De esta manera, los jueces de la Sala I, Marcelo Riquert, Adrián Angulo y Pablo Poggetto, ordenaron que González continuara en prisión, imputado por “homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía”.
El fallo es en la misma sintonía que lo solicitado por la fiscal Ana Caro, quien había pedido que González continuara en prisión mientras avanzaba con la investigación ya que, por la gravedad del hecho y por tratarse de un policía la fiscal consideraba que había riesgo procesal evidente si recuperaba la libertad.
El abogado de la familia de Olivera, Gregorio Dalbón, expresó que la resolución de los jueces estuvo “muy buen fundada”.
La reconstrucción lograda por la fiscal Caro, que se basó en la labor del CATI (Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción) y en los peritajes balísticos, forenses y planimétricos, demostró en esta etapa inicial del proceso judicial que, en trazos gruesos, el policía González mató de un disparo en el pecho a Olivera sin que estuviera en situación de riesgo ni de amenaza inminente. Que accionó su arma en resguardo, cuando el menor estaba a más de 5 metros de distancia y no encima de él.